Pienso lo mismo y quiero añadir que algunas veces el problema también está en la falta de recursos materiales y personales, soy logopeda y maestro de AyL y también hay situaciones muy difíciles a nivel económico que dificultan el proceso. No obstante, con voluntad creo que todo se puede conseguir.

Y aquí nos encontramos las barreras que se encuentran las familias de usuarios en este caso de SAAC de alta Tecnología, y, ¡sorpresa!, la mala actitud y la falta de formación están casi a la par. Lo más curioso es que cuando preguntas a las familias que no se han encontrado estas barreras que es aquello que más ha ayudado a implementar el SAAC en el entorno escolar, domina la ” BUENA ACTITUD E IMPLICACIÓN DEL PROFESIONAL DE TURNO”. Así que yo me pregunto ¿ qué hay que hacer para haya ese cambio de actitud? ¿Alguien tiene alguna idea? Porque la formación ya sabéis de donde obtenerla, je je !

Barreras: empiezo por comentarles mi propias barreras, como mamá uno tiene su tiempo de aceptación, a veces seguimos esperando que “hable” de la forma convensional, y tardamos en comenzar a darle las herramientas que necesita nuestro hijo. Asimismo, yo vivo en Argentina, y aqui no hay mucha “experiencia” en sistemas de comunicacion alternativa, me he enterado de proloquo porque pertenezco a una fundación de USA por el sindrome genético de mi nena, y recién ahi averiguando y averiguando di con el programa y sin embargo me cuesta muchisimo encontrar profesionales que puedan enseñarle a mi nena a usarlo. Y ustedes me podrán decir, bueno pues enseñale TU, y es válido, pero yo trabajo y no estoy todo el dia con ella con el comunicador… en los espacios que puedo lo uso (y con todos los errores que uno pueda cometer). Hace un año que tenemos el programa, y recien ahora se me dio por especializarme y aprenderlo YO.

Y teniendo estos cursos, comprendo que las terapeutas que se suponen que saben usar el programa, lo usan mal… no usan palabras esenciales, sino solo simboles en una tablet! Entonces enloquezco!

Hola de nuevo.

Entiendo vuestra inquietud e impotencia. Yo misma como profesional me siento por un lado defraudada con la formación que recibí, y al mismo tiempo avergonzada por no haber podido hacer algo por cambiarlo antes. Llevo 25 años “enganchada” a la CAA y hasta que no he conocido a mis compañeras de AlfaSAAC, que como sabéis son también madres de niños y niñas con necesidades complejas, estuve en diferentes “batallas” para luchar por la difusión, formación, … y justicia. En España llevamos más de 4 décadas de investigación y trabajo por parte de muchos y grandes profesionales, pero la realidad es que seguimos estando en el punto de partida, en la casilla de salida en muchos aspectos. Todavía queda mucho por hacer. Desde todos los ámbitos debemos ir empujando y cada uno debe ir aportando.

Sí Alberto, hace falta unos conocimientos mínimos, que al mismo tiempo no son “pequeños”. Hace falta un cambio social, es un cambio de mirada, es mucho más que aprender una metodología. Hay que transformar la escuela y la universidad también.

Nosotras seguimos trabajando día a día, para contribuir a ese cambio.

Gracias por vuestra confianza.

Te cuento mi experiencia como madre,  para mi las mayores barreras con las que me encuentro son las “mentales”, muchos y muchas siguen con la idea de que son “incapaces” y de ahí que no se haga nada, ni implicación ni formación, y esto ocurre en  todo el sistema, da igual la modalidad. Luego hay excepciones.

Buenos días,

Yo creo que las mayores barreras con las que nos encontramos los profesionales que nos dedicamos a dar soporte a la inclusión son la falta de motivación y la falta de formación. Todavía hay muchos profesionales que tienen una mirada realmente capacitista y que tienen muchos prejuicios respecto a las personas con diversidad funcional y se acaban perpetuando estereotipos dañinos basados en la percepción de la diversidad humana como algo negativo.

¿Cuántas veces no hemos visto a personas hablar con adultos con diversidad funcional como si éstos fuesen niños/as?

En mi opinión, la clave está en cuestionarnos constantemente y evidenciar que cosas podemos cambiar.

Respecto a la formación todavía hay mucho trabajo por hacer. La diversidad está en todas partes, y todos los docentes deberían tener la formación y herramientas adecuadas para saber como abordarla, ya que la inclusión no debería ser un trabajo específico de los especialistas en soporte a la inclusión, sino que es un trabajo de todas.